jueves, 21 de enero de 2010

PRESIDENTA DE HONOR


DESPEDIDA DE MARÍA JOSÉ

Con una mezcla de tristeza porque nos deja y de satisfacción por haberla conocido y compartido con ella tantos trabajos y proyectos, siempre en pro de la literatura, despedimos a nuestra hasta ahora Presidenta de la Asociación Auca de las Letras y directora de su revista, María José Árques, quien por motivos personales se ve obligada a abandonarnos.

Sucederá en su cargo a María José, nuestro vicepresidente, el profesor Manuel Parra Pozuelo, que acepta esta responsabilidad con la entrega que le caracteriza en esta clase de menesteres, y a quien deseamos mucha suerte en su nuevo cometido.

Cuando un grupo de amigos amantes de la escritura se constituyó en asociación a la que bautizaron Auca de las letras, soñaron con la posibilidad de publicar una revista que reflejara sus inquietudes literarias y ofreciera sus páginas a las personas con intereses afines. Por eso, mucho antes de que aquella revista soñada fuera una realidad tangible, mucho antes de que nuestras manos pudieran acariciar las páginas de su primer número, éste acumulaba tras de sí -como el resto de los que después vendrían-, mucho entusiasmo e ilusión, muchas horas de trabajo, de consultas, de visitas, de solicitudes de ayuda económica, sin las que no hubiera podido ver la luz ninguno de los números hasta ahora publicados, además de un plus de incertidumbre por la acogida que recibiría aquel primer intento.

Desde entonces, han pasado seis años y son 17 las revistas editadas, todo un record en esta clase de publicaciones. En el transcurso de estos años María José Árques se ha distinguido por su dedicación incondicional tanto a Auca como a su revista, no ha escatimado esfuerzos ni trabajos para resolver los problemas que surgen a veces en las asociaciones, y los no menos importantes que toda publicación, aparte de los puramente literarios, acarrea.

Como reconocimiento a sus desvelos, la Asociación ha decidido nombrarla Presidenta de Honor, y sepa María José que éste no es un nombramiento puramente protocolario, sino fiel reflejo del afecto que por ella sentimos todos sus compañeros.


TEXTO REDACTADO POR LA AUCANA MARÍA ROSARIO MOHINELO


¡GRACIAS, COMPAÑEROS!