martes, 4 de agosto de 2009

DIARIO DE AGOSTO, 2009. UN POEMA PARA CADA DÍA. PRIMERA QUINCENA







LUGARES NÍVEOS

Búscame en los lugares
más limpios de tu memoria,
allá donde un ramo de azahares
escribió las hazañas de tu gloria.


No me busques en las cimas
de dolores espantosos
ni de hechos repugnantes.
No pretendas encontrarme
en las sombras de tus recuerdos
porque todo fue níveo,
diáfano y sincero.
Siempre fui tu
conciencia y tu guía,
un osasis de luz en tus desiertos.
No me busques entre grises neblinas
porque todo te lo entregué sin miedo
y en los sitios más angostos
de tu atropellada existencia,
yo te mostré el camino.
Búscame siempre allá donde la luz te lleve
porque aún permanezco
en los senderos más brillantes de tu destino.


HORIZONTE



Hago el desayuno,
unto las tostadas.
Corro por el parque.
Compro las naranjas
.

Me acuerdo de ti.

Leo los mensajes.
Escribo un poema.
Redacto una carta.
Juego al ajedrez.

Me acuerdo de ti.

Preparo la carne.
Caliento el horno.
Enjuago los berros.
Hago la ensalada.

Me acuerdo de ti.

Pongo la mesa.
Duermo la siesta.
Me baño en la playa.
Me como un helado.

Me acuerdo de ti.

Caliento la cena.
Paseo con mi perro.
Veo una película.
Leo una novela.

Me acuerdo de ti.

No tengo horizonte
y me acuerdo de ti.
Pero, ¿de qué horizonte hablas?
Yo me acuerdo de ti...




A LAS CINCO CUARTO

GRACIAS


Los días se suceden sin tocarlo
como llega la fiebre
,
como llega la muerte,
como aturde el silencio recobrado.
La poetisa se queja,
se lamenta.
La poetisa a escondidas llora
con un suspiro leve
tan sólo interrumpido alegremente
por una llamada curativa y misteriosa
que suena a las cinco y cuarto.






DOLOR

Todo se vuelve frágil
cuando el dolor acecha.
Ni el ajedrez ni el verso
consiguen aplacarlo
.
El cuerpo entero espera
la tregua que no llega
.




CRISTALES


Un poder sanador y solidario
poseen los irisados cristales.
Los coloco cuidadosamente
sobre los cuerpos.
De repente, me sonríe su curativa fuerza
y el paciente al punto se libera
de dolores y daños ancentrales.
Me sorprende la gama de los cuarzos
con su comportamiento pendulante
y sus cósmicos rayos.
Las geodas y las drusas
pasean por mis manos
transmitiendo su belleza
de luces vibratorias.

VIVIR EN EL MONTE

Vivir en la montaña es olvidarse
de prisas y de miedos.
Es saber que podemos enfrentarnos
a peligros internos
sin que la ansiedad nos abrace.
Los verdes y los ocres
de sublime belleza
pueden ser la respuesta
a cuestiones dormidas por largo tiempo.

Vivir en la montaña es entregarse
a eucaliptos
y a robles
sabiendo que en la entrega
dejamos enterradas para siempre
muchas de nuestras sombras.




PERSECUCIÓN ONÍRICA

Me persiguen los sueños
como bestias voraces
que me absorben los huesos,
que devoran mis carnes.
Huyo de sus enormes dentaduras
que en la calma de la noche
soliviantan mi descanso.
Quiero convertirlos en espumas marinas
y mojarme con su salado encanto
pero ellos se resisten a ser domesticados.
Quieren aparecer salvajes
en su nocturnidad secreta
y destrozarme paulatinamente
como quien paladea su victoria.


UN SUEÑO

Camino entre miles de haces multicolores
que me envuelven en besos luminosos, etéreos.
Hay pigmentos rosados y violetas
que vienen a enredarme en sus fulgores.
De pronto me encuentro en unos brazos
que me atrapan con firmeza tierna.
Y aparezco en una playa de corales pétreos
en un pecio lleno de muertos grises, deformes.



OTRA VEZ EL MAR

Hoy el mar de nuevo me provoca
a disfrutar su rebelión de espuma.
Nada como dejarme llevar por su albedrío,
nada como su azote.
Parece que quisiera mostrarme su grandeza
a golpes de oleaje.
Y yo me dejo obnubilar, humilde.
Postrada ante su gran mafnificencia.



MATE A LA REINA
Tal vez haya secretos insondables
en la quietud de sus ojos penetrantes.
Sin embargo no he de mover ninguna pieza
en esta partida de ajedrez eterna
donde los jaques
van en torno de la reina.
Es difícil viajar en mil aviones
sin recordar los álgidos momentos
que marcaron por siempre nuestras vidas
pero el amor es leve
y la duda es grande
y así jugamos sobre el gran tablero
ansiando saber quien dará por fin el mate.


MI BALCÓN
Hoy mi balcón me mira con ojos diferentes.
Parece pedir ayuda ante una desolación
que acecha con fuerza anhelante.
Me fijo en los geranios regordetes
y en las estilizadas margaritas
y me marcho a remover la tierra de mis tiestos
con el entusiasmo y la determinación
que ofrece el amor a la vida.


CORTA DESPEDIDA


Me despierto y veo


una figura masculina en mi lecho.


Sé que ha cruzado la alambrada


de mis interioridades


por unas horas tan sólo.


Se le ve feliz y ronca un poco.


Me levanto a hacer unas tostadas.


Deseo que desayune y que se vaya.


Y no creo que él quiera quedarse.


Los dos buscamos azules de otro cielo.


Me siento en mi despacho.


Enciendo el ordenador.


Con dejadez navego


y ante la omnipresencia de su imagen


una explosión de amor fluye de mi garganta,


presagio azul de azules circunstancias.